La feria de San Juan en Badajoz cuenta con una tradición centenaria. Fue el rey Alfonso X quien concedió este privilegio a la ciudad en el año 1255, y desde entonces se celebra de manera oficial. Inicialmente se celebraba con mercados de productos y ferias de ganado, pero con el transcurso del tiempo adquirió un carácter más lúdico, llegando a la configuración actual.
La víspera de San Juan, día 24 de junio, acoge el tradicional espectáculo de fuegos artificiales, en una de las noches más mágicas del año. Durante una semana, la ciudad de Badajoz vive intensamente una de sus fiestas mayores, junto a los carnavales y la semana santa.
Las fiestas comienzan con la inauguración oficial del característico alumbrado pacense, instalado en el recinto ferial de Caya, junto a la frontera con Portugal. La programación cuenta también con el mencionado espectáculo pirotécnico, atracciones y casetas en el recinto ferial, así como actuaciones musicales, grupos de danzas y algunas propuestas culturales, deportivas, y religiosas (como la solemne ceremonia en honor al santo).
Cuenta la leyenda que, en la noche de San Juan, allá por el año 1658, dos tercios portugueses, atacaron Badajoz y consiguieron llegar hasta el hornabeque del Puente de Palmas. Los soldados españoles, incapaces de contener el ataque, pidieron que bombardeasen esa zona con el fin de parar la invasión, aun a costa de sus vidas. Sigue la leyenda diciendo que, en las noches de San Juan, en la calle del mismo nombre, junto al Ayuntamiento, se escucha un traqueteo. Son los jinetes que salen desde el cuartel de la caballería que había en la zona hacia el Puente de Palmas, lugar donde murieron.
Venir a la feria de San Juan de Badajoz es venir a disfrutar de la fiesta más bulliciosa de toda Extremadura en la que se mezclan tradición, cultura, música, religión y deporte.